Me voy de nuevo por el viejo callejon, ese que tiene dos salida una para
la calle 2 y otra para la casa de El Nero, que aun voy a su casa de vez en
cuando, voy aunque ya nadie valla a verle, antes ivamos todos lo visitabamos hasta dos veces al día, le traiamos
comida de los negocios donde trabajabamos, pero ya todos tomamos nuestros
rumbos y todos olvidaron a El Nero, el que vive en el callejon en medio de la
calle 2, en la ultima casa, la casa es de dos pisos y en su tiempo vivimos
muchas aventuras en esos pisos, llevabamos mujeres, de dos o tres para
compartir y bebiamos hasta que cambiaba la semana. El Nero era un niño
extranjero cuando lo conoci, nunca pude pronunciar su nombre menos su apellido,
asi que para todos quedo Nero, el catire Nero, el de los ojos claro, el que se
llevaba a todas las niñas en el recreo. Me hice amigo de él cuando peleamos el
primer dia de clases, desde entonces EL Nero y yo somos amigos, o lo eramos.
Hoy voy a visitarlo como lo hice hace una semanana, le llevo la caja de
cajetillas de cigarrillos, le llevo unas cervezas, el diario de hoy, unos panes
dulces, tambien caramelos aun le gustan los de fresa, llego a la puerta
principar, pero la evito prefiero subir por las escaleras de emergencia y
llegar directo a su habitación. Los padres de Nero murieron cuando el tenial 14
años, pero como nunca estuvieron con él no sufrio el luto, los llevamos a beber
ese día y luego nos quedamos en su casa jugando video juegos y tomando
Cocacola. En la mañana todos se fueron y yo me quede con Nero, con mi buen
amigo, lloro en mi hombro por horas y yo solo pude ponerle la mano en el hombro
y decirle “hermano llora, que llorar hace bien”
Luego de esos días Nero cambio conmigo, con todos, buscaba peleas, dejo
de ir al colegio, se quedaba por días encerrado en esta casa y luego salia por
muchos mas días y no paraba en ningun lado, no piso de nuevo el suelo del
colegio, iva fiestas de universitarios, piques con motos, nunca le pregunte de
donde sacaba el dinero, supuse que seria le herencia de sus padres. Nosotros
sus amigos nos graduamos y esas vacaciones entre el cole y la universidad
fueron las mejores, beber en casa de El nero, fumar y acostarnos con todas las
muchachas del vecindario. Aveces Nero solo nos miraba sentado en la ventana de su
habitación, a donde dan las escaleras de emergencia, nos miraba y decia algo
sin sentido y luego se reia, nosotros nos reiamos de su risa, una risa fuerte
al igual que su voz, nos miraba con esos ojos vidridiados y las ojeras oscuras,
descalzo con los pies blanco parecia un ave, un cuervo blanco o un samuro. Ya
luego El Nero no salio mas, nos tocaba llevarle la comida, aveces nos daba
dinero para las cervezas y los cigarros, se lo despreciabamos pero nos lo metia
en los bolsillos, luego ya nos dio mas, asuminos que no tendria mas dinero,
pero igual seguimos llevandole la comida y las cervezas.
Fue luego de esos que los demas empezar a
dejar de ir, uno a uno se fue a la uni, algunos lejos otros cerca pero todos en
su momento dejaron de visitar al El Nero, yo hice esporadicas mis visitar, como
estudie en una universidad de la ciudad lo visitaba cuando estaba libre, le
contaba sobre las materias, los profesores, las chicas, como habia cambiado la
ciudad, lo insitaba a salir a conocer conmigo el mundo, pero el solo me miraba
como perdido en mis palabras, deje de insistir. Llego a la ventana y entro en
la habitación oscura que es el refugio de mi amigo, ahi solo esta la cama y una
silla ostruyendo la puerta, ahi esta como siempre sentado en la cama, recostado
a la pared con las pierdas encogidas en el pecho, dejo las cervezas en el suelo
y me siento a su lado.
Abro
una y se la acerco la toma, sus dedos rozan los mios, estan frios, delgados,
esta palido se ven las venas de su rostro, se ven las ojeras moradas, sus ojos
saltones y claro, usa la misma camiseta que le traje hace un mes, es azul
oscura tiene el nombre de una banda, lleva el mismo pantalon beige de siempre,
despeinado con su cabello rubio largo ya de hace tanto que no lo corta. Tomo
una cerveza para mi, la abro y tomo un trago.
-Nero, mi amigo ya no podre venir mas, no
vendran los demas tampoco, de ahora en mas estas solo Nero- le dije, el no me
contesta, dejo mi cerveza en el suelo con el resto de las cosas, salgo por la
ventana y bajo las escaleras, dejando esa casa sola, esa habitacion vacia donde
mis amigos y yo compartimos, esa casa en la que no ha vivido nadie en tal vez
100años, dejo a El nero, el amigo que cree cuando los dias de escuela eran
demasiado para mi, el secreto que comparti con mis amigos que luego se volvio
una escusa para nuestras madres para venir a beber a la casa vacia del callejo
sin salida, lo dejo luego de tantas seciones con el psicologo, luego de tantas
verdades, yo siempre fui Nero y Nero siempre fue lo que soy yo , dos partes
separas de mi personalidad, y ahora una parte que se perdera en el olvido de
mis dias.
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