Suministro
de sangre
I
Blood
supply
Año 1020 después del eclipse total de
sol, en un callejón de la ciudad anteriormente llamada París, conocida ahora como la
ciudad de la Sangre Real, la noche inundaba todo el callejón, se escucha el
roer de
algunas ratas, y algunos pasos en las calles mas transitadas de la ciudad. Al
fondo del callejón yacía en el
suelo un joven, luchaba por respirar mientras su garganta se
quemaba por la sed roja, cada suspiro aumentaba el dolor de su garganta, de
su cuerpo y de su alma, se arrastraba por el suelo con lentitud mientras se despedía
del mundo en el que había vivido por muchos, demasiados para él. El joven miro al frente al escuchar
unos pasos que se acercaban, apenas pudo ver unas botas negras, sabia quien
era, lo
conocía tan bien que a miles de millas sentiría su presencia, pero ahora su
debilidad solo le permitía
reconocer su olor teniéndolo justo al frente, el joven en el
suelo cerro los ojos, mientras el otro se agachaban y lo tomaba por el torso, lo
volteaba boca arriba y lo acercaba a su cuerpo, lo mantuvo casi sentado sobre el, saco
de su bolsillo una botella de un liquido claro rojizo y le dio a beber, el
joven sediento
tomaba sorbos desesperados mientras el otro se sonreía y soltaba una carcajada
que despertó a todos
los animales del callejón.
-Así deseaba verte
-dijo el joven al otro sediento
-te complace ver mi
sufrimiento Balthazar- dijo el joven refiriéndose a su compañero
-Alexandre, vine a
ayudarte, pero tu terquedad me da mucha risa- dijo Balthazar al joven moribundo que tenía recostado
sobre sus piernas
-terquedad es la tuya
que te rebajas a tomar esa porquería- dijo Alexandre a su compañero intentando levantarse, se paro con
mucho esfuerzo, tambaleo un poco y callo sobre los brazos de Balthazar que ya estaba
parado atrás de él. El joven de nombre Balanzario era alto, delgado, con los
ojos color miel, de
piel blanquecina y cabellos rubios, ondulados y largos
atados con una cinta negra que dejaba escapar ciertos mechones sobre su frente y su
espalda, vestía una camisa negra arremangada hasta los codos, un pantalón clásico también
negro y botas negras bien pulidas, en sus muñecas llevaba dos pulseras una de plata con un escrito en
un idioma extranjero y una contra de colores verdes y negro.
El otro joven de nombre Alexandre vestía
también una camisa negra y un pantalón negro, ambos sucio por la tierra y la grasa del callejón,
zapatos negros, de piel blanca amarillenta, ojos al rojo vivo y cabello negro
corto, no
llevaba pulseras solo un anillo en el dedo medio de la mano izquierda, de oro
con una piedra roja
que resplandecía aun con la luz mas leve, aun luego de tomar
el liquido ofrecido por Balthazar
respiraba con mucha dificultad, sus ojos parecía encendidos
con el fuego del mismo infierno, se notaba a simple vista su grave estado de
salud, en comparación con su amigo que resplandecía en salud. Los dos jóvenes no parecían
de mas de 25 años, aunque mirando los ojos del joven Balthazar se veía cierta experiencia y
sabiduría que lo hacia parecer mayor con respecto a él joven que estaba en sus brazos.
-que es mas bajo, tomar
esto que llamas porquería o estar tirado en el piso de un callejón inmundo esperando la muerte? -
pregunto Balthazar a el joven que se apartaba de él
-para un noble como
nosotros, prefiero morir acá mismo-dijo Alexandre apenas sosteniéndose.
-no pensabas eso cuando
la tomabas, como toma el agua de la calle un perro vagabundo-le contesto
-Maldito vete de acá -
le grito Alexandre
-como esperas que te deje Alex, como me
pides que te deje morir como un vagabundo cualquiera, toma otro poco, anda deja tu
orgullo a un lado, yo invito esta otra-dijo Balthazar mientras le ofrecía el
resto del
liquido de la botella a su amigo
-No tomare de esa porquería-dijo
Alexandre tal niño malcriado
-Parece que no te enseñe nada sobre
modales. No se desprecia una bebida a un caballero, es de muy mala educación-dijo
Balthazar ofreciéndole a alexandre de nuevo la botella, este no pudo negarse,
su garganta
estaba de nuevo ardiendo y su cuerpo apenas soportaba estar en pie. El joven
Alexandre tomo la
botella y de un solo trago la vacío, la boto en el suelo y le lanzo un pequeño
gruñido a su amigo, este
le respondió con una sonrisa, sus labios dejaban ver unos
blancos dientes y unos afilados y brillantes colmillos.
Insisto en tu buena narrativa, es muy buena, pero si ciertamente el genero no me llama la atención por no ser de mi stilo, pero como todo en la vida hay opciones y temas por escoger, pero como escribí antes no es de mi gusto de genero, pero tienes como desarrollar cualquier tema y eso es lo que importa
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